Las Cascadas de Ardonés deslumbran por su belleza y un entorno de ensueño
Diario del Alto Aragón, 14 de octubre de 2018
El recorrido que parte de Cerler cubre una distancia de 6,36 kilómetros a recorrer en algo más de dos horas.
LA EXCURSIÓN de las tres cascadas de Cerler o de Las Cascadas de Ardonés es una de las más recomendables y accesibles del valle de Benasque para realizar con niños o si no se es demasiado experimentado en montaña. Esta sencilla ruta nos acerca a uno de los rincones más bonitos de la zona, recorriendo las tres cascadas de Ardonés o del Bom.
El recorrido, que partiendo de Cerler va a la ermita de San Pedro Martir, cruza la Palanca del Molino y llega a las Cascadas de Ardonés tiene una longitud de 6,36 kilómetros que se pueden completar caminando tranquilamente en algo más de dos horas. El desnivel de subida alcanza los 320 metros, mientras que el de bajada es de 355 metros.
El camino nace junto al Centro Comercial y está señalizado con marcas amarillas y blancas de pequeño recorrido. Durante el primer tramo, dejando atrás los edificios de la población, se va ganando altura hasta alcanzar la Ermita de San Pedro Mártir, patrón de Cerler. Ese primer tramo discurre por un sendero empedrado entre densa vegetación, que nos lleva a esta pequeña ermita.
Continuando el recorrido, en la parte menos atractiva de la ruta, se sale pronto a una zona con partes desforestadas en las inmediaciones del río Ardonés. A partir de este momento, este río acompañará al caminante gran parte del recorrido. Pasado el puente que lo atraviesa, el paisaje experimenta un importante cambio y la ruta se va hace cada vez más atractiva, a medida que nos vamos acercando a la gran cascada que se ve al fondo del valle, la cascada de Ardonés, la primera y más espectacular de las tres por las que pasaremos.
Bajo esta primera y espectacular cascada de Ardonés hay un puente al fondo del valle, donde es fácil mojarse ya que la cascada rompe a escasos metros del punto de paso. Una vez cruzado el puente, hay que hacer una pequeña bajada por terreno rocoso y resbaladizo, porque siempre está mojado por el agua que desprende la cascada. Sufrir un resbalón en este punto, llevaría al senderista directamente al río que, en este punto, tiene bastante fuerza. Para evitar problemas, se ha instalado un cable en este tramo que asegura los escasos metros comprometidos. Gracias al mismo, este punto que podría resultar algo conflictivo se solventa sin dificultad.
Esta primera cascada es realmente espectacular prácticamente durante todo el año, especialmente, si se coge con buen caudal en las fechas de primavera. Las dos restantes que se visitan en el recorrido, ya en el otro lado del valle, desmerecen en comparación de la de Ardonés y son casi meros regueros de agua.
En cualquier caso, y siguiendo la ruta, nos encontramos con la segunda en cuanto a disposición y caudal, que es la de Clotet, donde sigue bajando agua a principios de otoño, al menos este año.
Prácticamente seca, sin embargo, estaba la última, la de la Mascarada, que cierra la ruta antes de emprender el regreso. El recorrido de vuelta al pueblo transcurre por espacios abiertos, entre densos pastizales, con excelentes y amplias vistas, llegando al pueblo de Cerler cómodamente.
La ruta puede realizarse de primavera a otoño, antes de que la nieve llegue a la zona. Durante ese periodo es muy habitual encontrar caminantes en el recorrido, entre ellos bastantes niños, ya que se trata de una ruta asequible para todo el mundo. Para hacer fotos durante el trayecto, el mejor momento para hacer esta ruta es probablemente por la tarde, ya que por la mañana el sol está de frente al caminante empeorando la visión de la cascada de Ardonés, un lugar en el que se suceden los posados, dada la espectacularidad de la cascada.
Esta ruta de las Tres Cascadas de Cerler también se incluye en los recorridos de pruebas de «trail running» que se disputan en la zona. Así, el trazado forma parte tanto del Gran Maratón Montañas de Benasque, que se celebran en el mes de junio, como del Gran Trail Aneto Posets que tiene lugar un mes y medio después.
ESCALADA EN HIELO
Pero no solo está transitada esa zona para caminar o correr en los meses más benignos en cuanto a meteorología, esa zona de Ardonés es un lugar ideal para la iniciación a la escalada en hielo, ya que las vías no son muy largas y suelen tener buenas condiciones durante gran parte de la temporada.
Así, el Circo de Ardonés es probablemente uno de los sectores de escalada en hielo más conocidos de todo el valle de Benasque. Su situación a tan solo 10 minutos de Cerler y su corta aproximación hacen que sea un sitio muy concurrido por escaladores de todos los niveles, ya que se pueden encontrar desde rampas con poca inclinación donde iniciarse en esta modalidad tan apreciada y reconocida por los alpinistas hasta vías de «Dry Tooling» más duras y complicadas donde disfrutan los más preparados y atrevidos.
El acceso se encuentra en un sendero algo difuminado que parte de la ruta de las cascadas, justo antes de llegar a la primera de ellas, la de Ardonés. Si bien hay que recordar que todo aquel que quiera iniciarse en esta disciplina debe ir siempre acompañado de personas con experiencia o, aún mejor, inscribirse en algún curso de iniciación a la escalada en hielo o contar con los servicios de un guía titulado, para garantizar el disfrute.
Además de ir acompañado de expertos titulados, para disfrutar de la escalada en hielo es necesario llevar ropa adecuada que aporte el calor necesario y a la vez transpire lo suficiente y calzado que permita mantener el buen posicionamiento del pie cuando se está cargando el peso del cuerpo sobre las puntas delanteras de los crampones.