Regreso a la cabaña del Turmo el 20 de abril

Regreso a la cabaña del Turmo el 20 de abril

25 abril 2017 Artículos 0

Heraldo de Aragón, 20 de abril de 2017

La cabaña del Turmo, en el valle de Estós, es escenario de algunos acontecimientos, como una marcha senderista en agosto y la tría de ganado en octubre. Foto: Javier Barco.

Hoy, 20 de abril, Celtas Cortos inicia en Madrid una gira que los llevará por todo el país. No han elegido la fecha al azar. ’20 de abril’ es el título de la canción convertida en buque insignia del grupo, compuesta por su líder, Jesús Cifuentes, Cifu. La letra habla de la noche que pasó, en 1990, en la cabaña del Turmo, un refugio de pastores del idílico valle de Estós (Benasque), y en ella rememora con nostalgia su historia de amor con una chica (‘Hola, chata, ¿cómo estás? (…) ¿Recuerdas aquella noche en la cabaña del Turmo?’).

Todos los años, esta fecha es un hito en su calendario. «Nunca pensé que ponerle una fecha a una canción tendría un recorrido tan amplio. Me lo recuerdan, es muy recurrente, cada año sucede. Para muchas personas ese tema se ha convertido en bandera de momentos vitales. Gente que se ha mirado en esa canción como en un espejo, o a la que le pasó ese día algún acontecimiento especial», comenta Cifu en conversación telefónica con HERALDO horas antes de iniciar la gira.

El líder de Celtas Cortos cree que ’20 de abril’ le ha dado alas al refugio, contribuyendo a la campaña de micromecenazgo por internet (‘crowdfunding’) emprendida por la comunidad de propietarios del monte de Estós para rehabilitar la cabaña de vaqueros. A raíz de la publicación de esta noticia ha concedido numerosas entrevistas recordando aquella noche en el Turmo, en las que ha tenido oportunidad de hablar con representantes de esa sociedad. Espera volver. «Estamos cavilando para ver qué podemos hacer juntos cuando en octubre acabemos la gira», explica. La fórmula podría ser algún concurso a través de la página web del grupo para apoyar la campaña, e incluso se ha barajado la posibilidad de grabar un vídeo. «Esta canción tiene una pila de años y en su momento no se hizo ningún videoclip de ella. Algo haremos, porque hay un débito».  

Fue su afición a la montaña lo que llevó a Cifu al refugio de Estós. «Había pasado por allí en varias ocasiones y lo relaciono con un momento de convivencia interesante con un grupo de amigos y con la relación con una persona dentro de ese grupo. La canción tira mucho del paso del tiempo y de cómo nos vamos transformando (‘Hoy no queda casi nadie de los de antes, y los que hay han cambiado, han cambiado, sí’)».

Lo recuerda como «un entorno evocador para situar una canción epistolar como es esta, que luego se ha convertido en un himno mítico». El tema es, según él, una mezcla de emociones reales y de imaginación». Las primeras tienen que ver con la relación con una mujer, «y hasta ahí puedo leer» (‘Pues nada, chica, lo dicho, hasta pronto si nos vemos. Yo sigo con mis canciones y tú sigues con tus sueños’). No le gusta dar detalles de esa relación y desmiente una supuesta carta publicada en un medio digital atribuida a la chica cargada de reproches por parte de esta. «No tiene nada que ver con la realidad, son movidas que se inventan en internet. La imaginación de la gente a través de las redes no tiene límites», asegura Cifu.

La cabaña del Turmo, en el valle de Estós, es escenario de algunos acontecimientos, como una marcha senderista en agosto y la tría de ganado en octubre. Foto: Javier Barco.

La campaña de micromecenazgo se reactiva

La cercanía del 20 de abril ha servido para reactivar la campaña de ‘crowdfunding’ lanzada por la comunidad de propietarios del monte de Estós con el objetivo de rehabilitar el histórico refugio de pastores construido para que, en la época estival, tengan donde resguardarse mientras se ocupan de los animales que suben a los pastos de montaña.

Los donativos todavía se pueden realizar por Paypal en la web www.montedeestos.org o en una cuenta de Bantierra (ES35 3191 0329 9145 6742 7317). Si el importe es superior a 100 euros permite pasar una noche para cuatro personas en la cabaña cuando termine su rehabilitación. Si es menor, por cada 20 euros donados se entra en el sorteo de una noche para 4.

Las obras empezarán en unos días, en cuanto la nieve despeje los caminos. Esther Artiga, vocal de la junta de la comunidad de bienes, explica que en los dos primeros meses se recaudaron 1.000 euros con este sistema, pero estos días se ha vuelto a animar la cosa y hay nuevas aportaciones. «Hay gente que ha donado 100 euros y ya tiene una noche asegurada. Las obras tienen que estar acabadas el 20 de julio, que es cuando el pastor se traslada allí para vigilar el ganado, y la ocupa hasta el 20 de agosto», señala, haciendo hincapié en que el principal objetivo es rehabilitar el refugio para dar un alojamiento digno a los pastores, «aunque luego se pueda aprovechar para que la gente pueda dormir un día en un lugar tan idílico».

La comunidad de propietarios ha estado en contacto con Celtas Cortos en los últimos meses. «Nos han ayudado a dar a conocer la campaña. Queremos hacer algo con ellos, que asistan a la inauguración, también se ha hablado de un videoclip… aún está en el aire», comenta Esther Artigas.

La cabaña del Turmo suele estar rodeada de nieve en invierno. Foto: Javier Barco.

El Turmo es centro neurálgico de acontecimientos como la tría de ganado de octubre, abierta al público, o la marcha senderista Monte de Estós, a finales de agosto, dos proyectos que buscan hacer de la ganadería una atracción turística. El proyecto de rehabilitación, pensando para dar al pastor unas condiciones dignas, costará 18.000 euros y se cuenta con una ayuda del Gobierno de Aragón de 4.000 euros. La reforma no variará el aspecto exterior, pero sí permitirá instalar luz (con placas fotovoltaicas) y agua, una pequeña cocina, nevera o un termo. En una dependencia anexa conocida como el Corralet se habilitará un pequeño aseo. Hay un cercado de piedra para recoger a los animales cuando se cambian de valle o para mantener a aquellos que deben estar aislados al caer enfermos o por otras razones.

La cabaña forma parte de la comunidad de bienes del monte de Estós, que abarca 3.800 hectáreas, situadas entre 1.300 y 3.375 metros de altitud, en uno de los valles con más encanto del Pirineo para los excursionistas y considerado el más representativo de la ganadería extensiva en Benasque. Cada verano acuden a sus pastos comunales 800 vacas con sus terneros, un aprovechamiento milenario que, según los propietarios, es la clave de la variedad paisajística del Parque Natural Posets-Maladeta.